lunes, enero 08, 2007

Maestros y bibliotecarios aprenden a promover la lectura infantil y juvenil en un centro universitario de Castilla-La Mancha .


La lectura trae de cabeza a padres y profesores. Todos saben que a los niños les apasiona el colorín, colorado, pero la batalla está en el érase una vez. Comenzar a leer, empezar un cuento, o un libro juvenil. Meterles el gusanillo por la literatura no es fácil, requiere unas destrezas específicas con las que muchos profesionales no cuentan. El Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil (Cepli) de la Universidad de Castilla-La Mancha trabaja en la búsqueda de esas claves. En él se forman, mediante másteres y trabajos de investigación, decenas de maestros, bibliotecarios y documentalistas desde 1999. El Cepli, un centro universitario con apenas un par de precedentes similares en Europa, cuenta con una biblioteca cuyo germen fue la fantástica colección de libros infantiles y juveniles de la traductora Carmen Bravo Villasante, que adquirió la universidad manchega a finales de los noventa. Fueron 8.500 volúmenes adquiridos por todo el mundo que ahora han crecido hasta casi el doble.

"La universidad necesita un complemento para formar a mediadores en lectura"
"Los profesores necesitan saber cómo deben enseñar a leer a sus alumnos y qué lecturas son las apropiadas, por eso trabajamos para que esta especialidad se introduzca en las filologías y de forma obligatoria en la carrera de maestro de primaria, porque sólo lo hay en maestro de infantil", explica el director del Cepli, Pedro Cerrillo.

Casi 250 titulados se han formado en esta disciplina en estos años de funcionamiento del centro. "Nos enorgullece que hay, entre ellos, muchos latinoamericanos, cerca de un 40%, porque pueden cursar online la parte teórica de este máster de dos años, algo que posibilita su acceso, y pueden seguir las conferencias en tiempo real mediante Internet", explica Cerrillo. Este año, el máster contará con la colaboración de la Fundación Santa María.
En el Cepli, instalado en el campus de Cuenca, trabajan en la actualidad tres grupos de investigación y se editan numerosos trabajos de apoyo, promoción y enseñanza de la lectura. La bilioteca tiene "un magnífico fondo de libros infantiles antiguos" y cada año se edita algún ejemplar facsímil para contribuir a la recuparación de los cuentos de antaño difíciles de encontrar.
"La formación reglada de la universidad necesita un complemento para formar a mediadores en lectura y los investigadores necesitan una biblioteca especializada", explica Cerrillo. Son dos de las razones por las que nació este centro en la universidad manchega.

Los expertos en literatura infantil y juvenil están repartidos por diversas universidades españolas, pero todos ellos tienen una petición común que han hecho llegar al Ministerio de Educación, ahora que se están rediseñando los estudios superiores para adaptarlos al espacio común europeo. Quieren que, al menos las filologías, incluyan esta materia en sus planes, porque es una asignatura que aparece en contadas ocasiones y es optativa. También esperan que los nuevos másteres que deberán pasar los licenciados para poder ejercer como profesores de secundaria incluyan estos estudios. Porque si la lectura es escasa entre los niños de infantil y primaria lo es mucho más en las etapas superiores. Cuando el colorín colorado ha dejado de interesar a los adolescentes.

Fuente: C.M

1 comentario:

Eduardo dijo...

Hace una año estuve en la Universidad Castilla-LaMancha por un curso de Derecho. Que bueno saber esta noticia y que asimismo la universidad este pormoviendo proyectos tan necesarios.
Soy peruano, visita mi blog si lo deseas:
www.eduardo-acosta.blogspot.com
Cuidate.
EDUARDO ACOSTA